Canta la brisa matinal
el sol destila su esplendor,
la vida es vida hasta rabiar.
En el horizonte surge galopando
entre nubes, el terror,
y apuntó a la vida.
Luego de un silencio, expectante y tenso
estalló la muerte cruel...
nada será igual jamás.
Herida en sus entrañas se escapó la paz...
sólo un recuerdo, olor de muerte...
Nada será igual jamás...
Todo se pierde, y al final
algo se niega a sucumbir
en medio de tanto dolor...
Surge la esperanza, débil se levanta,
entre el polvo y el temor,
Bendita esperanza!!...
Una luz muy tenue se convierte en flama
y se escucha una canción...
Es la fe que vuelve a ser.
Los brazos se levantan.
y en el surco fiel la vida surge,
de nuevo es vida...
los niños vuelven a reír.
Hay una fe que nunca
se rindió al temor,
y fue implantada por quien viniera
a dar su vida por amor.
La vida canta, y es su cantar,
tributo santo al Señor de la paz.
R. Gruger / 13-9-2001