Hola,
¿cómo has estado?
que bien que te ves hoy,
mucho mejor que en aquellos
sueños tapizados con recuerdos.
Yo estoy bien,
gracias por preguntar,
venía pasando por los rumbos
y quise pasar a saludar.
Hace tiempo que no sé nada de ti,
hace tiempo que no sé nada de mí
por pasarme la vida pensando
qué será de ti...
¿Sabes?
lo que bien se quiere
no se olvida...
y yo te quise bien...
¿Sabes?
no sé si lo esté diciendo bien
con esa conjugación,
quizás al decirlo en tiempo presente
se escuche mejor...
Y lo que digo, lo digo porque
lo que se extraña no se quiso,
se quiere...
y yo te extraño...
¿Sabes?
esa mirada tuya la conozco...
Pero, ¿Sabes?
puedes ahorrarte tu lástima,
que este loco no vino
por la dosis de hoy
sino a decirte algo
que no dijo ayer por error.
Cuidate mucho,
salúdame a la familia,
a los amigos del barrio
y a aquel perro del camellón...
Que yo sólo vine a decirte adios,
no hasta mañana,
no hasta pronto,
no hasta luego,
sólo vine a decirte adios...
JCEM