Dicen que todo lo cura
que hay que dejarlo pasar
que las penas se las llevas
infinito como el mar
que aunque quieras no se para
no hay principio, no hay final
cuando el de uno se acaba
el de otro empieza a contar
pasa lento cuando esperas
rápido, si somos felices
y en nuestro cuerpo a su paso
va dejando cicatrices
un tesoro codiciado
que nadie puede comprar
a nuestra muñeca atado
queriéndolo controlar
pero anda con cuidado
que se nos suele escapar
recuerda que nadie sabe
cuando el suyo va acabar