Xilos

LIBRO

Conseguido, sin saber para qué. Perdida, sin saber a dónde ir. Había subido cinco, diez, veinte veces su propia altura.

Arriba su vista se perdía en un cenit cerrado. Abajo tocaba surcos regulares con trazos dorados.

Miró y vio al hombre. Éste cogió el libro pero no diviso la hormiga.