Marcos Reyes Fuentes

LA SEÑAL

 

La orden vino de arriba.

Imperativa.forzada .La mano se estiró para parir un verso
lo leyó.era flaco. agónico.
No había dádiva de musa.
Volvieron las pausas cual puntos suspensivos.
La mirada perdida, el horizonte tan lejano.
Llovía. El concreto de la banca era el polo.
El corazón olía a derrota.
Los versos marchitos ya, en la hoja, se ahogaban en pequeñas gotas.
Cantó un ave.
La mirada retornó a los ojos, rendida.
Levantó los huesos prehistóricos
Y fue entonces...
Ahí a su lado... Salida del costado
La musa lloraba. Cortabanse las gotas de lluvia con tristeza.
Al instante el horizonte se acercó a la vida. Las hojas de los árboles se hicieron más sepias
El olor a tierra fecundo el olfato.
Un poema transitaba una mejilla..