De mí mismo
comienzo en el origen
semilla agotada por el exceso
vino empapado de galaxia
orilla titubeante que genera indecisión
sombra lejana en los tumultos
recipiente de agua, cúmulo de sombras, sierpes.
De mí, de ese ínfimo controlador de gotas,
de ese esfuerzo indubitable, de ese golpeador
estático, de esa inmovilidad de números.
De aquellos párpados entornados
de esas legumbres incipientes, de esas
lechugas indescriptibles, de esos tomates
generosos, de aquellos pájaros que mueven
alas y picos, en intermitente danza.
De lo que veo, trituro, mancho.
De aquellas distantes energías conmovedoras.
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