AMARLA PUDE.
Y amarla siempre pude,
con libertad soberana,
antes que la noche desnude,
su intimidad en la cama.
Ella amarme pudo,
con su deseo y su alma,
y que me ama no dudo,
pero lo siente y lo calla.
Y nos amamos silentes,
furtivos y arcanos,
como si pecado fuera amarnos,
o nuestros sentires indecentes.
Y se consumen instantes,
álgidos. Ávidos de caricias,
cual solitarios viandantes,
al que alejan sus codicias.
Amarla siempre pude
y amarme ella pudo;
Que me ama no dudo.
Que la amo no lo dude.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Marzo 31 del 2020.