Turquesa era su mirada;
Yo la tuve y la perdí,
Su boca rojo cereza,
Toda ella era belleza,
Al verla fuego sentí;
Mi alma se enamoraba.
Una carta le escribí,
Se la mandé en un privado,
Era de amor toda esencia;
Le dije que su presencia
De ilusión me había llenado;
Ni una señal recibí.
Ya me estoy acostumbrando;
Alguien dijo que me amaba,
Con tal vehemencia lo dijo!
El corazón me predijo:
Es sólo nube sin agua.
A otro está ilusionando.
Pero mi fe no claudica,
Sigo esperando por ti
Y ese mar de tus ojazos,
Ya te sueño entre mis brazos;
Si amarte ya decidí,
Esperar… no mortifica.
Eso sí te lo aseguro,
No tendrás remordimiento
De aceptar mi amor entero;
Te adoro con desespero,
Pero camino con tiento
Porque te veo en mi futuro.
(VOZDETRUENO)