Entre silencios de amapolas brilla tu cara
como la luz de un diamante de vivos destellos,
mientras blancas azucenas sueñan en el alba
con los purpúreos besos de tus labios de fuego.
Un sordo rumor sube por el hilo de plata
como azulado vapor que se expande hacia el cielo,
es el eco de tu verde mirada
que a mi corazón causa infinitos desvelos.
En la frondosidad de la sombría enramada
se escucha un canto triste y lastimero,
es la voz de una avecilla desconsolada
que ha perdido a su caro compañero.
La corriente se lleva una apasionada lágrima
hacia las profundidades del lejano océano
y en las límpidas alas de la rosácea aura
se van desvaneciendo mis colorados sueños.
En las alas del viento