La luna tiende su chal
cubierto de albos bordados,
el mar con ritmo lo mueve
puliendo sus finos cuarzos.
Las estrellas a la luna,
sus flequillos van hurgando
y con su luz opalina
le detalla finos trazos.
Una danza universal
de luz, armonía y rayos
van quedando suspendidos
con el etéreo amparo
dejando entre sus esferas
oscuros acantilados,
un perfecto ordenamiento
de azulados calicantos
y mares desconocidos
de enigmáticos espacios.
Son secretos misteriosos,
de los archivos arcanos
guardados sin restricción
por un sagaz ermitaño.