Por instantes vivo,
donde hay instantes abro el cielo
en una maravillosa convocación
en una espléndida desesperación
de olas, alas y dientes, que se apaciguan.
Por irisados momentos
abro la ventanilla y saco el brazo,
la herida calma, el instante impera,
y el sol, se abre paso entre humedades.
De instantes hecho, y por instantes, vivo,
no tengo más remedio, que darme por entendido.
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