Las viejas lecturas de añoranzas
que de mis sentimientos brotan,
de una pasado inconcluso,
de un sueño por venir.
Unos libros me acompañan
danzando de un lado a otro,
entre recuerdos de juventud
y una vejez de sosiego.
(Entre hora y hora del coronavirus una pluma fue más allá de la reclusión. Abril, 2020).