En la pausa de mis deberes,
Asomo mis ojos por la ventana,
Nunca quedamos en vernos,
Sin embargo, ahí estas, amigo mío.
Entre amenas charlas y risas,
Disimulo al mirar tus labios,
Mientras me espanta el corazón,
Al hundir su agitado respiro.
Un grito, que no se escucha,
Te dice: róbame un beso!
En el instante me pierdo,
La pausa es mi mejor excusa.
Tus labios me inquietan, me son tentativos,
Siento una energía que prende un fuego,
Todo eso pasa cuando estás conmigo,
Y tú pareces inocente a mi sentimiento.
Pétalo a pétalo me pregunto, ¿Me ama, no me ama?
¿Qué culpa tienen las flores de mi escasa valentía?
Mañana será mi oportunidad,
Me llenaré del valor que faltó.
Aunque tonta y aturdida resulte,
Dejaré hablar a éste corazón,
He de saber si tú sientes por mí lo mismo.
¡Que se termine esta angustia!
Si eres para mí bienvenido,
Si no, dignamente seguiré mi camino.