Qué importa si merecemos
el infierno aborrecido
Después de habernos sentido
y gozar sublimemente
los placeres que la carne
nos ofrece libremente.
Condena es no tenerte
ni que disfrutes mi boca
que te recorre ansiosa
saboreando impulsiva
cada tramo de tu cuerpo
Tu mirada me derrite
me impulsa a ser obscena
mientras se inflaman tus venas
por la pasión que te invita
como experto sibarita
a beberme gota a gota
hasta saciar tus anhelos
Eso sí es el cielo
que tenemos prometido
Por eso amor te digo
no hay pecado ni castigo
infierno es no estar contigo
y juntos es llegar al cielo
Ángela Teresa Grigera Moreno
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