El poeta solo es un romántico,
que pinta como puede la realidad.
Porque a veces, es el borracho y ese loco que sueña con los ojos abiertos,
que es más honesto, que nuestro propio Juan Pablo y que todo aquellos,
que, con cinto, traje, y corbata le cuentan cuentos a la multitud.
¡Cuentos!
Cuentos de hadas y de príncipes de azul.
Dándole al hombre el pecado más grande:
esa mentira “tan piadosa” y tan “chiquita” que Platón mismo les instruyo.
Que la vida está tan jodida que los pobres necesitan una ilusión;
esa promesa “que todo va estar bien y que mañana
estará mejor.”
Esa mentira “tan piadosa” y tan “chiquita” ...
El pobre le llama fe,
El rico estupidez,
El borracho sufrimiento,
El cantante inspiración,
El padre la limosna,
El político su campaña y su reelección.
El romántico suicidio,
El escritor depresión,
El pagano gozadera,
El poeta injusticia,
Dios tiranía,
y el Diablo una bendición.