En los muros la sombra al despertar
anhela su primavera olvidada, nueva,
vieja gloria de otro día en aquel instante
desvanecida a media voz entre los muros.
La luz esconde su silencio en las calles
mientras el calor resbala desde los párpados
hasta el deseo.
Deseo sobre el destino de otra sombra
hacia la caída de los brazos en la tierra gris
que se extiende tras nosotros.
Desconozco la forma y el nombre
con que el ansia llama a la palabra
cuando escribe nubes de ausencia
en las paredes,
o el reflejo áspero y quedo de las hojas
que amarillean en su muerte sentadas.
Los labios llevan el dolor del aire yacente
entre dos pesares de auroras sin sueño,
pero sigue acercando su caricia de arena
distante como una noche, como un lamento
requebrando al vacío, sin flor ni luna.
© Derechos reservados.