Las chicas de la Holguín están enamoradas, pero no son chicas cualquiera, son todas de la primera, las que nacimos en una tarde de primavera, las que se enamoraron por ver primera, las que suspiramos porque a lo lejos nuestro amado nos viera, las que sonreiríamos si su mano a la nuestra sostuviera, las que cerramos nuestros ojos y nos olvidamos de nuestros trabajos, las que luchamos por lo que amamos y soportamos los altos y bajos.
Las chicas de la Holguín están enamoradas, no son chicas comunes porque son de la Holguín y como tales no conseguimos a cualquier gamín, conseguimos a un hombre que al besarnos nos hace sentir amadas, ese que nos hace volar, aquel que en esas noches frías deseamos estar entre sus brazos, aquel que al darnos la mano nos hace suspirar y con un cariño del corazón une nuestros lazos.
Las chicas de la Holguín están enamoradas, de ese alguien que un día nos vio, luego nos sonrió y el que con un beso en amor se volvió, un amor que en nuestro corazón se impregno y nos dejó encantadas. Son de esos mismos amores en los que se vale estar juntos todos los atardeceres, incluso amaneceres y porque no también noches de placeres; noches en las que perdemos la conciencia con la unión de nuestra esencia, creamos nuestra propia fragancia, creamos un fuego exterior que provoca la erupción desde el interior, nos hace arder con fulgor y una vez más entregarnos sin temor.
21/08/2014
- Shaarynne -