Si por besarte tuviera que pagar mi osadía con purgar en el infierno, lo haría, pues vale la pena.
Deambulando en penitencia con los labios saciados de tus besos y el alma confortada por haber tenido el atrevimiento.
En vanidad como historia de presunción a los demonios ahí habitantes de haber estado en el paraíso sin nunca entrar.
©hebtuz