No hay más luz
que en tus noches.
No hay más agua
que en tus besos.
No hay más lunas
que en tu luna
ni más sueños
que en tus sueños.
No hay más calor
que en tu fuego.
No hay más sombras
que a tu alero.
No hay más vida
que en tu pecho,
ni más vértigo
que en tu vuelo.
No hay más canto
que en tu canto,
ni más silencio
que en tu silencio.