Pablo Cabrera

BESARTE EN PARÍS

(A Noelia)

 

A la hora más exacta,

arribar a París y que parezca

que somos dos perfectos ajenos paseantes,

conmovidos de pronto y al unísono

por la gris bienvenida del otoño.

 

A la hora más exacta,

caminar por la orilla más lírica del Sena

imaginando versos giratorios

y a ti en el epicentro de su melancolía.

 

A la hora más exacta,

encontrarte a mi lado en algún puente

y mirarte a los ojos, y saber que has venido

a dejarte nombrar por mis ausencias.

 

A la hora más exacta,

seguirte presuroso por cualquier bulevar,

contando las pisadas y las hojas

y las sonrisas que nos entrelazan.

 

A la hora más exacta,

sentarnos en un banco tenuemente nocturno

sin temor a la luna o a noviembre,

y besarte en París como si fuese

el último confín de la ternura.

 

2012