Moriste un 14 de abril, un día antes de mi cumpleaños
no me viste apagar las velas, ni hubo tiempo para un ultimo brindis
moriste a los 26 sin saber que morías, en tu cama, con tu familia
dicen que el dolor no se va por completo pero se aprende a sobrellevar este sentimiento,
por que el sentimiento que llega en las noches es una bestia de recuerdos
un mar de lagrimas constantes que te recuerdan que polvo somos y al polvo volvemos
la sensación de desesperación por no poder despedirnos me carcome las entrañas
pero por fortuna las grandes amistades no necesitan despedidas, por que van en el maletero del corazón toda a vida
si bien me dejas herido por tu partida, también me dejas una mochila llena de sonrisas, una botella llena de resacas
y el honor de haberte podido llamar amigo,
quédate tranquilo que estaremos pendientes de los tuyos, a ti ya te toca descansar
no mires atrás, no pierdas la luz por extrañar la oscuridad de este mundo,
hasta que nos volvamos a ver estaré honrando tu vida, en cada logro, en cada trago, en cada momento especial,
así que espero me recuerdes cuando te encuentre de nuevo,
hasta siempre mi querido amigo Juan Carlos Fuentes Meza