Fui niño,
o eso dicen.
¿Quién lo puede asegurar?
Fui joven,
todo es posible.
¡Ya me quisiera acordar!
¿Cómo he llegado hasta acá?
¿Qué camino he recorrido?
¿Vine por tierra, aire, o mar?
¿Alguien tiene la respuesta?
¿Qué hago en este lugar?
Miro….
Y a mi alrededor,
solo encuentro soledad.
Como en un bosque sombrío
al que el sol no puede entrar
el musgo en mi pecho crece
sin podérmelo quitar.
Abrazar…
Yo bien quisiera
alguien a quien abrazar,
que calor a mí me diera
y a quien calor también dar.
O si pudiera…
Por lo menos recordar…
Aquel tiempo,
en que una madre
me sacaba a pasear,
me mimaba,
me abrazaba,
y hasta besos en mi faz
con amor depositaba
cuando me iba despertar.
No hay recuerdos,
ni esperanzas que guardar.
Ya no hay sueños,
nada tengo que esperar.
Ahora entiendo,
de qué va la soledad…