A veces nacemos en una fecha inoportuna,
conocemos personas en lugares esporádicos,
protagonistas en escenas instantáneas,
somos tan fugaces que somos invisibles a la realidad.
Somos la simple coincidencia de un espejismo
nada mas que una ilusión óptica,
el suspiro que se escapó al azar,
la mirada perdida abandonada por el horizonte,
sin norte ni sur, de oriente a occidente sin destino.
Las huellas descalzas bañadas por las olas,
perdidas en la arena mojada,
la historia borrada por el presente,
el futuro que nunca existirá,
la esencia ausente que no deja el rastro de una huella.
Recibes el detalle que la casualidad quiera regalarte
mereces el sueño que deseas soñar
aunque la realidad sea mezquina contigo mismo,
el tiempo es el consuelo de las heridas
mientras las cicatrices son el espejo de la osadía.