Despojado del brillo de una luna ausente,
mi pensar se vuelve confuso,
la noche se hace única,
como una lagrima impensada.
Siento un vacío que divide mi alma,
que me separa del mundo,
la mirada de mis palabras es como un viaje,
existo en cada una de ellas,
son absolutamente inevitables.
He recorrido caminos con millones de pasos,
en una distancia que me abruma,
desde todas mis mañanas, montañas y acantilados,
breves cascadas cayendo desde la nada,
para perderme abrazado en cualquier lugar.
Me muevo como el agua,
de manera amorfa, invisible, en silencio y taciturno,
fuera de la realidad,
creo que nací así lejos del mundo,
mis huellas son las palabras.
He caminado junto a la muchedumbre,
pero terminé perdido,
como una bruma escondida en su noche,
una noche que ha sido despojada,
del intenso brillo de una luna ausente.
Mágico como una lagrima impensada,
que nunca termina de caer,
así siento las palabras,
un enigma evanescente,
que ilumina el universo de nuestras almas,
la llave de un mago…que todos llevamos adentro.