Alabama Selva

La Tuba

 

De un chelo enamorada

estaba la tuba,

de un hermoso y brillante chelo

que la engalanaba por las noches

sonando sin ningún repertorio,

lo que le salía del alma de chelo enamorado,

en notas discordantes pero llenas de sentido.

La tuba por su parte

se reía de su sonar absurdo

y desordenado.

Pero lo amaba tanto

que hasta el descompás

la elevaba al séptimo cielo musical.

Desconcierto de amor,

pero amor, al fin y al cabo.  

 

A la par,

una trompeta fina y elegante,

como recién horneada,

deslumbrante y bastante pretenciosa;

quiso brindarle una melodía de conquista,

que no pudiera olvidar y la persiguiera allá a donde fuera.

Queriendo despertar así a la dulce tuba,

como un pétalo en su boca,

sonando su corazón de aire;

sumergido en la atmósfera,

sonaba

y sonaba fuerte

y lejano,

y hermoso como un milagro.

Pero nunca tan profundo y cercano

como a las curvas y cuerdas

de su chelo ella se abrazaba.

 

Siempre tuvo claro

con quién quería formar su orquesta

por más melodías que nadie la inventara.