a Jesús Medina Cabanillas
Un ángel en el cielo ha hecho su morada,
porque en la tierra tu sufrir era muy lastimero,
recuerdo aquellos años de niña ilusionada,
de la escuela a tu casa, siempre fue lo primero.
Eras tan noble y tu sencillez llenó toda tu alma,
yo muy feliz vivía el haberte conocido,
el colegio nos vistió de ilusiones y de calma,
pero hoy ya no estás, me siento deprimido.
Quizás el tiempo me jugó un mal momento,
y no pude compartir tu tiempo proyectado,
tus grandes ideas los llevo en mi pensamiento,
pero ya no estás, porque al cielo te has marchado.
Me causa pena y dolor no estar en tu agonía,
amigos de la infancia y juventud olvidada,
recuerdos aquellas mañanas verte llegar con tu alegría,
al patio del colegio y en las noches de velada.
Mis días lo he vivido entre tardes de mar y de espejismo,
y estuve tan lejos de ti, que nunca me llegó tu voz,
en tus días de dolor guardaste con valentía tu silencio,
hoy que no estás, elevo por ti, mi oración a Dios.
Tu cuerpo se llenó de ternura y de muchos dolores,
hoy tu pronta partida, mi alma ha roto en dos,
buscándote estoy con mis manos lleno de flores,
pero ya no estás, sé que estás allí muy junto a Dios.
Chimbote 7 enero 2017