Rebeca Espinosa

NO SÉ

No sé que me duele más, mi propia ausencia, o la de los demás

Navego en un mar de preguntas, que nadie me contestará

Mi deber es ser cada día mejor persona. Pienso que la escuela de la vida,

me enseño, que aprender lo bueno, aunque sea con sufrimiento es lo mejor.

Porque enaltece el alma, y algo bueno llegará a Dios. Porque sus hijos a los que ama

han vuelto y en silencio dicen gracias señor, gracias por lo que pasó.

La calma llegó y nuestro corazón cambió, ya no miraremos al otro

con desdén, lo miraremos con amor.

Pues al fin comprenderemos, que todos somos hijos de Dios, iguales en todo

menos en su condición, humilde o de ponderación, porque cuando entremos

por la puerta que nos conduce a Dios, afuera quedan las riquezas

y así, somos iguales ante Dios, que nos recibe con amor. Gracias Dios.