Tiemblan les palabras,
palpitan los sentimientos
y extienden sus vibraciones
en cuerpo y alma, hacia afuera,
hacia adentro, inevitablemente.
Tiemblan los sentimientos
cuando aflora el recuerdo
leyendo un poema de Benedetti;
ahora ya, tan solo un lejano recuerdo
que hoy, pensando, vuelvo a evocar.
Tiembla a veces la vida;
el paso del tiempo atempera
el temblor de las palabras
y libera un suspiro de añoranza
en el lago sereno del sentimiento.
Y entre vibración y temblor
avanza la vida a paso ligero.
De tanto en tanto me aferro al pasado,
cojo fuerza y vuelvo a caminar sereno
entre tierra y cielo, entre verso y verso.
26 agosto 2019
Pau Fleta