La llegada de la realidad,
a veces es como..una inesperada bofetada,
siempre pensando en una relativa mejora,
aparecen circunstancias adversas con infinita frialdad.
La llegada de la realidad,
Es crucial, cierta y suave resiliencia,
una atemperada calma de dignidad,
una sonrisa suave con ligera magnificencia.
Quizás, yo siempre he sido un admirador,
Un cortejador, un luchador por la vida,
por eso admiro tanto al perdedor,
nunca he tenido envidia a la supremacía.
Esta sin duda, es una nueva realidad,
en términos también de oportunidad,
en términos de aceptación de la fragilidad,
y el relativismo en la búsqueda de la necesidad.
Quizás es cuestión de simplemente valorar,
de a todo el mundo respetar,
y a tu fuerza interna continuamente alimentar,
y si es necesario intentar ayudar al mundo a mejorar.