Hoy que te perdí,
lo vanal imprescindible,
un amor,
que vive entre distancias
y cercanías perfectas.
Me despido yo de ti mi gran amiga,
y hoy aprendo una gran lección,
que no comienza con nada
pero sí termina con todo,
ligas que se rompen un día.
Fluyendo como el aire sin rumbo,
me es grato sabes,
que te dejo en buenas manos,
un amor oportuno, tan afortunado,
algo que a tu vista es perfecto.
Hoy, llamaradas de amor,
la última hoja que se rompe sin más,
una cita que no llegó tras la esperanza y que murió,
con fecha de hoy, nuestra amistad.
Bea Ramirez