Pensé que lo que nos habíamos prometido,
habríamos de cumplirlo,
pero ya definitivamente.
Ya varias veces hemos pasado
por una situación similar.
¡No puedo creer que estemos
repitiendo sucesos similares
una y otra vez!
Amor, ¡me estoy cansando!
Debemos llegar a una conclusión.
Estamos tensionados,
siempre con lo mismo...
palabras, palabras...
¡que se las lleva el viento!
Nos prometemos cambiar,
lo hacemos. Y en el mismo día
volvemos a las discusiones,
a la intolerancia.
A un diálogo que estoy harto
de reiterarlo, para que después
volvamos a lo mismo.
Una y otra vez...
Nos parecemos a fieras hambrientas
disputándose un bocado en la selva.
Te aseguro que ya no aguanto más.
¿Dónde han quedado nuestras promesas?
¡No las cumplimos!
Todos los días discutiendo.
Observándonos uno hacia el otro.
qué es lo que está mal...
Y al final resulta
que somos dos seres imperfectos...
Y allí es donde comienzan
estas discusiones...
las cuales ya no las soporto...
Tenemos de una buena vez
darle a todas estas diarias
peleas verbales un término,
un nunca más, porque si no
uno de los dos va a llegar
a enloquecer.
No quiero enloquezcas,
no deseo enloquecer...
¡Quiero que nos pongamos de acuerdo
definitivamente o concluyamos
esta unión para siempre!
No resisto más todo esto
que nos pasa...
Promesas, promesas...
que sólo quedan en ellas,
no las cumplimos...
¡Palabras al viento!...
Estoy muy cansado
de vivir esta situación...
quiero paz y serenidad.
No la tengo y tú tampoco.
Hay momentos en que me da la impresión
que mi cabeza va a estallar...
Y no quisiera que esto me suceda.
¿De qué sirven nuestros diálogos
diarios para cambiar,
nuestra situación de convivencia?
Nos prometemos cambiar,
y después...otra vez
volvemos a las discusiones...
¡Maldito dinero!
!Siempre los pesos
son motivo de discusiones!...
Y la verdad es que ya estoy
cansado de tocar el tema.
Llevas una vida ostentosa,
pero no estamos en condiciones
de tener lo que después
no nos alcanza para pagar...
!Apariencias ridículas las tuyas!
Quieres igualar tu status
de vida, para que se asemejen
a la de tus pitucas amigas...
Ellas podrán hacer de sus vidas
lo que se les cante...
Es porque pueden hacerlo.
Ya no estamos nosotros
en tener una vida de lujo...
Es un tiempo que ya no podemos recuperar,
debemos adaptarnos a vivir
como realmente podemos.
De acuerdo al dinero que tenemos...
gastar lo necesario...
y no aparentar una ostentosa vida,
que ya no podemos realizar...
Aquellos tiempos ya fueron...
Hoy debemos vivir nuestra realidad.
Y la realidad es que somos
una familia de clase regular...
la alta clase, dejó de ser...
Seamos realistas. Y vivamos
de acuerdo a lo que podamos tener...
Te pones en gastos innecesarios...
Haces competencia con tus amigas...
Ellas podrán gastar lo que gastan,
tú no estás en situación económica
en estar realizando compras insólitas...
no eres una rica estrella...
Para ti tiene más importancia
las apariencias que la felicidad
de tu hogar, de tu esposo...
que me rompo el lomo laburando...
pero todo tiene un límite.
¡Ya estoy cansado de tus apariencias,
vive la realidad!...
Nuestras promesas
se las lleva el viento...
Nos prometemos, y después, otra vez
las peleas, las discusiones...
Me dices que estás harta...
¡Y también yo lo estoy!
Tratemos que el viento calme...
que nuestras palabras prometidas
sean una realidad,
que el viento no se las lleve con él...
Prometámonos paz...
Y logrémosla... de lo contrario,
cada uno de nosotros,
tenga una vida individual...
esto así no puede continuar...
Decidámoslo de una buena vez...
que nuestras palabras
no se las lleve el viento...
Derechos reservados del autor (Hugo Emilio Ocanto - 08/12/2013)