Cómplice
nuestras manos enlazadas,
cómplice
el dialogo de tu mirada,
cómplice
del miedo y la codicia,
cómplice
del dolor y el silencio,
cómplice
el mismo camino,
cómplice
nuestra conversación intimida,
palabras como nuestro cuerpo
vivir lo que no vemos,
nuestras ansias más desconocidas,
aletean sutil, brisa en la piel,
seguiremos la magia de alejarnos
al otro lado, una ficción sin límites,
locura que nos amarramos,
pensando que el mundo inventado,
nos da todas las respuestas,
quizás,
solo sino hacemos preguntas,
quizás
solo si, encontramos el olvido,
quizás
si mantenemos la distancia
de una flor, de un pájaro,
de los pies de la tierra.
quizás
si te olvidas del amor más simple,
el amor del niño que llevas….
Hoy me tomaré una taza de te,
Dejaré que las hojas naufraguen,
Dejaré el pequeño camino de la lógica,
Me desprenderé de toda ropa mundanal,
Me desprenderé del ruido de aves rapiñas,
escucharé el silencio del mar,
quizás, me explique
por qué un virus desconocido
ha borrado tantas huellas,
como la locura del hombre,
por qué perdemos el asombro,
superponemos la codicia al amor,
´por qué nuestra inteligencia,
nos lleva al dolor
y nos aleja de lo más simple.
Esperaré que las hojas de té
se sumerjan y desprendan su aroma,
cuando deje mis pisadas, recordaré
mientras estas hojas de té
nutren la flor que amo.