Cómo poder decir
en que momento
las cosas han cambiado.
Me fui de boca al piso tantas veces
que me sangre la espalda.
Caí
caí
caí ya tantas otras
que no pude contarlas.
Ya sé, no fué culpa de nadie,
tampoco tuya.
Nunca aprendí a mirar con otros labios.