Desnúdate ahora,
sal de las vestiduras
que realzan la figura,
sin pudores ni pavura
Quítate la camisa,
la chaqueta, los zapatos
la sonrisa, la corbata
Quítate los ojos, los brazos,
el pelo que te desbarata
La boca y las piernas
Quítate el pensamiento,
esa piel que te aprieta
Y ponte solo un aliento,
un corazón sincero
un alma si la encuentras,
y descúbrete en el espejo.