Casa de tierra, agua y aire
adornada con sol, luna
flora y fauna como ninguna.
Extraordinaria, alucinante,
mágico esplendor
obsequio maravilloso de nuestro Creador.
Albergue de una especie extraña
que a pesar de los múltiples talentos,
a fuerza de equivocarse,
se hace llamar Humana.
Nacimos buenos, nobles y sensibles
con el tiempo transformados
en despiadados, ambiciosos y viles.
¿Qué te hemos hecho, Casa de Todos?
Albergando inquilinos de este modo
agotada estás de sostener vida insensata
destrozada por humano parásito y depredador
que por dondequiera que avanza, mata.
Profanación del regalo más alucinante
alteración de la evolución inquietante
abuso y desprecio sin compasión
suman la lista de delitos de abominación.
El común de los humanos
sigue todavía indiferente o
aceptando impotente la situación.
¿Que será de tí, Planeta Tierra?
¿Que será de mí y de tí, lector?
¿Que será de todos, hijos y nietos,
nuestra próxima generación?
Cuando la Tierra cansada del abuso,
el desgaste y la violación
nos engulla sin remedio
y nos vomite con dolor.
¿Nos perdonará Dios
el no haber cuidado
Su preciosa Creación?