Desde mi balcón...
Esta nueva era
de la jungla menos pura.
hasta el vuelo del vencejo son rejas
y la brisa del mar se ha vuelto impura.
Esta es la primavera
voceada de chacales
presa de amargura.
Esta es la era en que la humanidad renuncia.
En la morada los versos emergen
cuando se abre el cielo y brilla
el suave linaje del atardecer. Cuando
sobre la meca se adora a la aventura
casi azul casi roja
del balcón casto y blanquecino
de la tarde cerrada.
Fragorosa y sagrada se vuelve
y sobre el rellano de las piernas,
el cuaderno de palabras llena.
En otro lugar un abril que añora
que en la escultura torrada se prolonga,
agarré la vida como algo sagrado
y sin más la hice eterna.
Una creación nueva es posible, lo sé
las naciones podrían ser claras y bañadas
desde la voz cóncava y de los manantiales,
firmamento y océano están dispuestos
a deleitar nuestro sentido de lo terrestre.
La tierra donde estamos —si no la impian —
daría
cada mañana a todos la libertad y el paraiso:
en la bóveda; en el néctar; en el ser y en la prosperidad.
Cuando nada padece, la propia forma es justa
y en todo se integra como palabra en verso,
confío en la idea de la forma justa
en la urbe fraterna que fuese
leal a la pureza del cosmo.
Por eso comienzo sin lasitud desde la página en blanco.
Este es mi oficio de poeta para la leccion de mi tierra.
Y yo aquí,
despojado de mis atavíos,
abandonado de adivinos magos y dioses
para postrarme solo ante el silencio
por el silencioso explendor de tu rostro.
Tú eres de todo los invisible el ausente
ni tu mano me sostiene ni tus ojos me dicen
mi corazón desciende las escalas del templo que no habitas,
más tu llegada
valdios de ausencias
oscura es la noche
oscura y transparente
y tú voz callada presente del tiempo triste
y no habito los jardines de tu silencio
porque tú eres de todo lo invisible, el ausente.
Jamás
ahondarás en los caminos naturales.
Jamás te podrás sentir
invulnerable, verdadero y sólido.
para siempre está perdido
aquello que más procuraste:
la entereza de cada presencia.
Ansiaré el mismo sueño, la misma demencia.