Tomé toda mi inspiración.
Y la desperdicié sin razón.
Quise jugar a ser mejor.
Pero esto nunca resultó.
Pasaban cosas buenas en mi vida.
Tenía la cura mágica, que el dolor aliviria.
Las puertas dibujadas en la pared, tenían salida.
Buenas palabras eran lo único que tenía cabida.
Quise aprovecharme de lo bien que me salía.
Jamás imaginé que en un instante perdería.
Todo lo que en 3 años a diario construía.
En un solo momento, todo se destruiría.
¿Y para qué? ¿Y para qué?
Si te llevaste lo bonito que esto fue.
Me dejaste vacío, ni siquiera tengo fé.
¿No pudiste hacer este daño después?