Y pasa... Siempre pasa,
mientras el caos devora el afuera,
mientras la gotera sigue desparramándose en el suelo
y el eco inmaculado de la habitación se detiene,
justo ahí, yo acaricio tu espalda suavemente
y tu piel se encrespa y te quedas inerte
mientras mis dedos pincelan caricias revueltas,
entonces te busco para bucear muy adentro,
para romper el cristal y el confort del silencio.
Abres la puerta a la sombra que llevo y te quedas
abres la jaula y me regalas el viento, vuelo....
Y pasa.... Contigo me pasa....
Compramos una hora más en el hotel alojamiento.