Hoy te abrazaría osito
para sentir tu pelaje tibio
y acariciaría esas estrellas
que tienes entre las cejas.
Con las pestañas oscuras
y esos ojos que atormentan
todos los cielos y los ríos
cuando el otoño te avienta.
Y vuelas con tu garganta
en notas que resuenan nuevas
y meditas un gemido
cuando los latidos se aceleran.