Desde la inexistencia severa
desde mis sitios yermos, demorados
desde esta vacuidad estoica, de esta plácida abulia,
se proyecta hacia ti, con titánica fuerza
la evidencia tenaz de lo que a mi ser induces.
Y necesito impregnarme de tu espíritu intenso,
ampararme en la tibieza de tus leños
refugiarme en la cadencia de tus palabras
mimetizarme en las notas de tu risa
descansar en la placidez de tus abrazos.
Pienso en ti como una eterna bienvenida
espacio generoso donde la calidez abunda.