Y me fui, ondeando mi tricolor,
me vesti del amarillo palido
desteñido de tantas batallas,
de millones de gotas de lluvia
Con aromas de esperanzas,
me sumergi en el límpido
azul del horizonte
del mar, de nubes
a la par del titilar destellante
de mis siete estrellas.
Y cayo la tarde
sobre el rojo
intespestuoso de un pueblo,
que se resiste
a marcharse con el ocaso,
y ser absorbido
por la incierta
oscuridad de la noche. (J. Duran - Autor)