Yo era hermosura
por encima
de las Diosas divinas;
tez pródiga de luna
y corazón falto de espinas.
Y era fruto tierno
recién caído
de la dulce encina.
Y vaga sombra del pasado
¡Y brillante luz que ilumina!
¿Hasta cuándo podré
deshojar estas margaritas
ahora mías?
DERECHOS DE AUTOR PATRICIA PALLE
LIBRO VI