Hoy, mi corazón estalló en un millón de pedazos, una nube negra se llevó todas y cada una de mis lágrimas, para luego perderme entre las tinieblas que estaba oculta detrás de mis ojos.
Mis recuerdos dejaron de existir, me olvide de ser, los días se rompieron ante mis ojos rojos, una voz desde mi más profundo pensar se esparció por toda mi existencia.
Desapareció mi piel, mi sentir se volvió más intenso en un grito mudo, los silencios me miraron, se apagó mi mente, los desiertos se hundieron entre mis entrañas, dejé de respirar un solo instante; justo cuando comencé a caer.
El tiempo oscuro finalmente se fue con la noche, mi cuerpo está todavía turbado y agotado. No hay una sola respuesta, la vida me queda mirando e impávido miro lejos, y sin comprender una vez más absolutamente nada, mi mente toma el mando de nuevo.
Con una frialdad asombrosa, me pierdo en un lugar cualquiera.
Mi cuerpo se aleja, y mi espíritu corre detrás.
Me levanto extenuado y me voy…hacia los confines de mi alma errante.