Sus palabras fueron relámpagos que
se perdieron entre los cerros y las lomas
tuercas ficticias que jamás le dieron soporte al mundo
botellas con mensaje varadas en algun abismo
¡Sí!, insisto
sus palabras fueron arpegios que enmudecieron aún más que el silencio
cantos extraviados entre los acordes del viento.
Si hubiera alguna
víctima esa sería usted:
Claro, de sus propias palabras.