Si el amor titila,
no hay nada en la vida
que la distancia, distancie, porque ante todo, hila sus estaciones.
Es eterna la esencia de la terneza,
pue, el olvido, al ser hojarasca,
el viento lo arrastra.
El cariño carece de verjas;
tiene alas, vuelo,
y de conford zonas
que soslaya la división.
En el jardín de la vida,
nacen adversidades,
que retan a la ciencia,
y pintan esperanzas.
Las vivencias, ausencias y lejanías,
nunca olvidos ni silencios,
es el nexo, que como el viento,
viene, sopla y se va,
y vuelve sin mirar atrás.