"Ha muerto Dios"...
Ya lo dijo aquel hombre
mientras aún respiraba...
En tanto que sus huesos
le declaraban la guerra a sus músculos,
y su hígado le negaba el hierro
para que la hemoglobina
al correr por arterias y venas
le sumara unos minutos
a su mísera arrogancia.
"Ha muerto Nietzche"...
Ya lo dijo Dios.
Que descanse en paz...
si es que puede,
en el fuego inclemente
de su conciencia ingrata.
Y en la llama
que no respeta al hombre...
Ni tampoco se apaga.
R. Gruger / 21-julio-2010