En el abisal de un naufragio,
palpitando está,
ecos resuenan en la orilla,
inquietando sus emociones,
una de ellas, responde a su latido,
sin saber porque,
la marea se calma,
extrañando su sentir,
los vientos soplan,
y de nuevo la tormenta se prepara,
escuchando su llamado.