Quiero llamarle, desde hace meses, y no haga mas que desviar mi atención en otras cosas.Ayer que me llamo... Y no, quiero llamarle, yo, desde hace meses, porque usted cuando lo hace no hace mas que pedir perdones y jurar lamentaciones que estresan las ganas de mis largas palabras.Quiero llamarle yo y preguntar como estuvo su vida, que hablemos de ella, de lo que nos deshizo y nos reconstuyo. Que me cuente la trayectoria de sus días. Que hablemos de los poemas que hemos leído y nos hemos acordado el uno del otro, el chisme de la gente estúpida que es igual de estúpida que nosotros mismos. Quiero hablarle y esta vez reírme y saber que fue de aquellos atardeceres en los que reposaban las flores y nos teníamos el uno al otro. Que hablemos de lo bello de la vida, porque para tristezas tengo la soledad de su ausencia.