DÓNDE HABITARÁ MI PRIMAVERA
Dónde habitará mi primavera
dónde amparará mis vivos sueños.
Ya no canta el jilguero en mi ventana
el clarín no enardece mis mañanas
no aletean mariposas en mi pecho
y la risa ha olvidado sus destellos.
El otoño se aproxima sigiloso
sin ninguna ceremonia apasionada.
Él ya sabe que su historia es un engaño
un remiendo para armar la despedida.
Es un viejo peregrino
un eterno comprador
de tristezas que ya tienen años viejos
resumidas en los tiempos del dolor.
Quieta espera
calma incierta.
Esta tarde he buscado una quimera
una luz
una tormenta
un fragor
una contienda.
No responde el torbellino de los besos
se han perdido en el eco del silencio.
El otoño se ha posado en mis pestañas
ya no puedo inventarme primaveras.
Beatriz Ojeda
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