Ya la visión cegada
para otros racimos,
vuelve sin duda, tu vista
hacia otros lares más inoportunos.
Quizás la vida, como en un espejo,
te devuelva una imagen falsa
de lo que fuiste y de lo que podrías
haber hecho. Sintiendo el peso
de estas dos gravedades, inmenso,
procura buscar espacios concordes
con aquello que deseaste. De seguro
no los hallarás. Las lluvias tenues,
o las tormentas casi fronterizas, dejaron
en ti un poso significativo de odio y de
tristeza. Un sufrimiento eterno te persigue
y deja su remanso discorde en tu guarida.
Busca entonces, los granos, donde picarán
las aves del paraíso-.
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